EL APRENDIZAJE Y EL DESARROLLO DE COMPETENCIAS

Con la modernidad, el ser humano se enfrenta a cambios radicales y ahora más que en ningún tiempo, debe reflexionar sobre su situación como persona en desarrollo y edificar su camino. Los avances de punta indican que actualmente el proyecto educativo establece que la obtención de las metas radica en el conocimiento de la disciplina, el desarrollo de las habilidades, las competencias de desempeño o de producción y la madurez de los hábitos mentales y de conductas que se relacionen con los valores universales y con los de la misma disciplina. La educación basada en competencias se refiere a una experiencia práctica, que necesariamente se enlaza a los conocimientos para lograr un fin.
¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con bases en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
¡Claro que no! Si partimos de la premisa en que afirma que, aprender no es transportar datos de la realidad hacia el interior del aprendiz, sino que constituye una apropiación de la realidad que el alumno hace suya, y trae como consecuencia la transformación de si mismo, esto nos lleva a responder la pregunta de si es o no trivial. Al evocar el alumno los datos almacenados puede comprender nuevas realidades y presentar cambios estructurales en su cerebro, y por lo tanto obtienen nuevos conocimientos en todas las áreas de su persona (física, mental, intelectual social, etc., estas no pueden ser medibles con un examen de preguntas que solo involucra contenidos disciplinares.
El aprendizaje es un proceso que esta en constante transformación y renovación en el esquema conceptual, referencial y actitudinal. En este proceso el profesor debe realizar una planeación didáctica, también es importante la creatividad del docente para generar estrategias idóneas, para que el conocimiento llegue a los alumnos y este los motive a desarrollar su proceso de aprendizaje, apegado a la realidad en la que viven, es decir situado el aprendizaje a su realidad. Pero estamos conscientes que el grado de aprendizaje dependerá de cada persona y en muchas ocasiones el profesor no tendrá injerencia en los resultados, este dependerá del interés que posea el estudiante por aprender ciertas cosas.
A lo que resumiré, la educación basada en competencias es un enfoque sistemático del conocer y del desarrollo de habilidades, se determina a partir de funciones y tareas precisas. Se describe como un resultado de lo que los alumnos están capacitados a desempeñar o producir al finalizar una etapa. La evolución determina qué específicamente va a desempeñar o construir el estudiante y se basa en la comprobación de que el alumno es capaz de construirlo o desempeñarlo. Por lo que la enseñanza no se puede tomar como algo superficial.

Ana Silvia Bárcenas Adame.